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Vinieron los días del castigo,
vinieron los días de la retribución.
¡Israel lo sabrá!
Necio es el profeta,
insensato es el hombre de espíritu,
a causa de la enormidad de tu maldad
y de la inmensidad de tu odio.
El profeta, atalaya de Efraín,
está junto a mi Dios;
lazos de cazador se le tienden en todos sus caminos,
se le odia aun en la casa de su Dios.
Llegaron hasta lo más bajo en su corrupción,
como en los días de Gabaa.
Él se acordará de su iniquidad
y castigará su pecado.

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